sábado, 23 de abril de 2016

FICHA TEMATICA DE LECTURA Por: Kathia Inés Hernández López

FICHA TEMATICA DE LECTURA


Por: Kathia Inés Hernández López

Textos:
Olga Lucía Zuluaga: Pedagogía e historia (Primer aparte del texto que incluye hasta la página 43)

Piedad Ortega: “La pedagogía Crítica”




Reconocer la estructura temática del artículo
Identificar las principales categorías y exponer los argumentos que desarrolla las autoras. Colocar citas textuales en relación con las categorías reconocidas.

Construir postura analítica en relación con el artículo en términos de preguntas, supuestos, problematizaciones 

En el texto “La pedagogía Crítica”, la autora Piedad Ortega,  reconoce algunas teorías y enfoques de la pedagogía crítica y la necesidad de implementarlas en las escuelas de Colombia, ante la problemática pedagógica, refiriéndose a la desprofesionalización del maestro y a la despedagogizacion en la escuela.   Considera de suma importancia las teorías de autores destacados como Paulo Freire, que mantienen posturas desde la pedagogía crítica, como propuesta  de reflexión y esperanza de hacer posible la transformación y humanización como intención, desafío en las prácticas pedagógicas desde su  interdisciplinariedad.                   





























































“La pedagogía e historia” de la autora Olga Lucia Zuluaga Garcés, intenta recuperar lo sustancial de la pedagogía y del maestro sujeto, que históricamente ha sido hurtado del saber pedagógico en su discurso y accionar, desde sus prácticas pedagógicas y la institucionalidad de mecanismos de trasmisión y control. Propone, a los intelectuales de la educación en el proyecto, ir más allá de ser solo “método” mediador.



Las principales categorías a destacar en el texto “La pedagogía critica” tienen argumentos que la autora fundamenta en teorías como la de Paulo Freire, entre otros. Algunas de estos argumentos son: El condicionamiento social de la práctica del saber, a partir de la intención con que el sistema lo instituye, reproduce y lo controla, dejando sin posibilidad la reflexión y la construcción del mismo sujeto maestro, actor protagónico, en su intención humanizadora del saber ser y hacer en contexto e historia colectiva  a través de las siguientes categorías:
Pedagogía crítica: Una aproximación a la pedagogía crítica en Colombia se hace fundamentalmente desde el reconocimiento de la educación popular como una de las vías de resignificación en nuestro país. En esa medida, la pedagogía crítica recoge los planteamientos de Paulo Freire desde la década de los años ochenta en la educación no formal; se configura así un enfoque que orienta los discursos, las prácticas y los proyectos de nuestros contextos. (P. 27.p.2).
La pedagogía crítica comparte con la educación popular una apuesta ética y política. Ética sustentada por fines de reconocimiento, empoderamiento y democracia de sujetos que se reconocen desde sus diferencias y desigualdades en condiciones de género, de clase, de etnia, de sexo y en condiciones de subalternidad. En fin, una actuación intencionada de corte educativo que construye lo colectivo como soporte de los procesos escolares y sociales; una apuesta pedagógica en la orientación de procesos de construcción del conocimiento y de socialización que incluye prácticas, saberes, dinámicas socioculturales e interacciones para transformar la sociedad desde ciudadanías incluyentes y resistencias culturales. (P.27p.3)
La pedagogía crítica es la presencia de Freire en su poder  simbólico, pedagógico, político y ético que nos convoca a pensarnos en estos tiempos de la incertidumbre y el desasosiego para poder resistir tanta desesperanza junta y construir un “nosotros” desde actuaciones solidarias, receptivas y acogedoras.(P33.p39)
Pedagogía: La pedagogía para Freire consiste, ante todo, en una reflexión acerca de la práctica y del contexto desde unas opciones emancipadoras para favorecer la construcción de un sujeto social protagónico que toma su especificidad de acuerdo con contextos muy definidos y con historias de sus colectividades. (P. 27 p.2).
La práctica pedagógica: Para Gimeno Sacristán (1988) la práctica pedagógica es una acción orientada con sentido donde el sujeto tiene un papel fundamental como agente en la estructura social… (…) la práctica se entiende como la actividad dirigida a fines conscientes, como la acción transformadora de una realidad; como actividad social, históricamente condicionada, dirigida a la transformación del mundo; como la razón que funda nuestros saberes, el criterio para establecer su verdad; como la fuente de conocimientos verdaderos; el motivo de los procesos de justificación del conocimiento (Sacristán, 1998, p. 33). (P29. p13).
Pensar en la práctica pedagógica implica admitir que su intención formativa no se circunscribe únicamente en los espacios de la educación formal –escolar–; trasciende aquellos escenarios socioculturales en donde se generan procesos de transformación tanto de los propios sujetos como de sus realidades. (P.30.p.21).
El contexto: …el contexto de dichos elementos es la vida cotidiana de la actuación pedagógica. (P.29 p.15).

El maestro: …el maestro se constituye en constructor de reflexividad, dado que su propia práctica es un texto y un pre-texto para problematizar y producir reflexiones de manera permanente. (P.30 p.20).
…asumir al maestro como sujeto de reflexividad, ligado a experiencias y a proyectos; sujeto portador de una historia que configura sus dinámicas de relaciones. (P 31. p26).

 La autora  retrata nuestra realidad y propone desde el enfoque y pensamiento de Paulo Freire, citando “Delante de la injusticia, la impunidad y la barbarie, necesitamos de una pedagogía de la indignación”.


En el proyecto de investigar  y analizar sobre la historia de las  prácticas  pedagógicas y su historicidad, la pedagoga Olga Lucia Zuluaga Garcés, propone en el texto “Pedagogía e historia”,  categoriza con argumentos sobre la necesidad de estudiar, criticar, analizar e indagar las prácticas pedagógicas en nuestro país para construir un saber pedagógico, educativo, al cual nos hace responsable, tomando fundamentos de Michel Foucault entre otros autores y pedagogos. Algunas de esas categorías son:

Maestro: El maestro es el designado en la historia como soporte del saber pedagógico… al maestro se le provee de un método para transformar el discurso del conocimiento en contenidos para la enseñanza. (P 10. p.3). El maestro enfrenta sus conocimientos pedagógicos al discurso de las "teorías" o de las "ciencias" y el instrumento que utiliza para ellos es el método de enseñanza. (P. 10 p.4).Sujeto del saber. (P. 13 p13).
Pedagogía: La Pedagogía no es sólo un discurso acerca de la enseñanza, sino también una práctica cuyo campo de aplicación es el discurso. (P.10 p.4)
Entiendo por Pedagogía la disciplina que conceptualiza, aplica y experimenta los conocimientos referentes a la enseñanza de los saberes específicos, en las diferentes culturas. (P.11 p.7) la Pedagogía acoge el conocimiento para la formación del hombre en el contexto de la cultura y para la transformación de la sociedad. Y en este sentido Pedagogía comprende la educación al indicar que si el hombre se forma (educación) en la escuela, esa formación tiene lugar a través de la enseñanza de los conocimientos y de la relación maestro-alumno. (P.18 p.29).
Pedagogía como saber: La pedagogía como saber y el análisis de sus procesos de formación como disciplina, para indicar que el saber no está referido solamente al pasado sino también al presente; en este sentido cubre la cotidianidad de la enseñanza, del maestro y de la escuela, en la actualidad.(P.12 p.11)
Pedagogía como disciplina: El análisis de la Pedagogía como disciplina designa el estudio histórico de las modificaciones que han dado lugar a los procesos de epistemologización de la Pedagogía.(P.12 p11)
Historicidad de la pedagogía: Entiendo por historicidad de la Pedagogía, el carácter positivo tanto de las fuentes como de la discursividad acerca de la enseñanza. (P. 12 p.10).
Discursividad: Discursividad que registra no sólo objetos de saber sino también nociones, conceptos y modelos que dan cuenta de la búsqueda de sistematicidad de la Pedagogía. (P. 12 p.10).

Conocimientos: Los conocimientos, cuyo modo de existencia cultural pasa por la práctica de la enseñanza, encuentran en el maestro su primer depositario. Pero allí en la cotidianidad de la escuela los conocimientos parecen a simple vista dotados de un inocente e intrascendental destino, a tal punto que el maestro es pensado como el que "transmite" los conocimientos a la manera de un intermediario "neutro" que opera con su palabra "metódica" en los procesos de enseñanza-aprendizaje.( P.14 p18).

Enseñanza: la Pedagogía ha pensado la enseñanza como práctica de conocimientos en una sociedad determinada, y como el concepto integrador entre conocimiento, sociedad y cultura, que la Pedagogía ha producido, históricamente, en el devenir de sus procesos de formación como disciplina.(P.18 p.29)

Practica pedagógica: La noción de práctica pedagógica es una noción estratégica en la metodología, no es todavía una definición de práctica pedagógica, es lo que caracteriza el objeto de análisis como un objeto histórico complejo, para abordar el análisis de la Pedagogía, en la perspectiva de la historia de los saberes.( P.18 p.30) Una práctica de saber se encuentra dispersa en los registros que la han normatizado, en los que la han difundido, en los que la han enunciado bajo modalidades justicatorias o explicativas, en los que le han dado existencia operativa, en los que la han controlado, en los que la han textualizado. (P.18 p32)

Investigación: La investigación acerca del proceso histórico de formación de la Pedagogía como disciplina, es la base, quizás la más firme para abordar las exigencias y perspectivas que le están planteando hoy, las teorías sobre el aprendizaje y el conocimiento, y la historia de las ciencias. (P.19 p35).

Saber: El saber es el espacio más amplio y abierto de un conocimiento, es un espacio donde se pueden localizar discursos de muy diferentes niveles: desde los que apenas empiezan a tener objetos de discurso y prácticas para diferenciarse de otros discursos y especificarse, hasta aquellos que logran una sistematicidad que todavía no obedece a criterios formales.(P.26 p59) el conjunto de discursos formado a partir del sistema de positividad que actúa a través de la práctica discursiva, y manifestado en la unidad de una formación discursiva es un saber.(P.35 p.83)

Archivo pedagógico: El archivo, más allá de la masa de textos que contiene, se forma mediante reglas que permiten ubicar en él, no un discurso general, sino grupos de discurso diferentes y a la vez articulables. (P.29 p.65). El Archivo "es el sistema general de la formación y de la transformación de los enunciados"(P.35 p84)   designa el tema general de una descripción que interroga lo ya dicho al nivel de su existencia: de la función enunciativa que se ejerce en él, de la formación discursiva a que pertenece, del sistema general de archivo de que depende. La arqueología describe los discursos como prácticas especificadas en el elemento del archivo" (P35-36 p85)…Es "la ley de lo que puede ser dicho". (P36 p86).

Discurso: "conjunto de enunciados que dependen de un mismo sistema de formación"… Es decir, el discurso "es un conjunto de enunciados en tanto que dependan de la misma formación discursiva". (P 33 p77). La positividad define para un discurso un espacio limitado de comunicación puesto que su sistema fija el campo de acción de la práctica discursiva. (P 34 p81 )
Formación discursiva: Si el concepto de formación discursiva indica la unidad de una dispersión y si las reglas de formación constituyen las herramientas para describirlas. (P. 34 p80) Una formación discursiva se analiza como un saber cuando se consideran los objetos, las formas de enunciación, los conceptos y las elecciones teóricas, "tales como están Investidos en una ciencia, en una receta técnica, en una institución, en un relato novelesco, en una práctica jurídica o política, etcétera". (P35 p.83).











                                                                                              
















Como maestra no hay un día en que, en el ir y venir, en mi pensamiento deje de cuestionarme acerca de lo que hago, en medio de la realidad que lo hago y su historicidad, a la vez que viene a mi  memoria, mi historia, mi propio mundo, en el cual están inmersos los momentos y las practicas presentes, las cuales dialogo y surgen interrogantes en el silencio, que tienen que ver con la problemática que queda sin respuesta con sentido, a partir de la función social que hoy en día cumple desde la práctica pedagógica limitada y formateada…pero…
¿Es posible que la acción pedagógica en comunidades desfavorables, con limitadas oportunidades, en las que se reproduce la desigualdad, la falta de equidad, se convierte en diario vivir y quehacer pedagógico transformar vidas y mundos?... Y es que no se puede negar, que  la lucha para lograrlo es constante, como lo son las frustraciones y el regocijo en el reconocimiento de la intención y accionar a favor de ello, por muchos maestros y maestras con intención humanizadora, constructores de sujetos protagónicos, en contexto e historia.
Reconocer que soy un sujeto reflexivo, se debe evidenciar en mi práctica, en comprender al otro y los otros; a pesar de ser un “agente” en un contexto, la reflexividad del discurso y mi práctica del saber pedagógico al interactuar, se debe resistir a ser objeto acomodado, limitado por la mínima técnica institucionalizada, despedagogizado; más bien se intenciona en luchar, indagar y resistir con la esperanza que la actuación en la escuela desde la pedagogía critica es interdisciplinaria, humana, transforma otros campos e ideologías.
Sin embargo cabria interrogarme, e interrogarnos ¿En mi mundo e historia condicionada, como sujeto reflexivo, hay esperanza de humanizar y transformar realidades, desde la práctica pedagógica crítica? o  ¿la indiferencia, la comodidad e insensibilidad me impiden indignarme, resignificar, comprenderme y comprender, sentir al otro?
¡La esperanza de un futuro mejor, con nuestras prácticas pedagógicas presentes, reconociendo las pasadas, es “un propósito de vida, desde la escuela en nuestro país”!.

 

  








































Hoy es necesario, que la comunidad educativa, reconozca la historicidad de la práctica pedagógica, las implicaciones en la formación del sujeto y las distintas instituciones de la  sociedad; pero somos los maestros en la interrelación, como agentes de cambio social, transformadores y humanizantes, quienes tenemos esa responsabilidad como intelectuales de la educación.

El maestro no puede seguir siendo un instrumento para la consecución de un método y un fin específico de un sistema, lejos de formar y humanizar; es quien tiene el saber, que puede transformar por medio de su discurso y su acción en contexto e historicidad, en relación maestro (sujeto)-estudiante (sujeto). Los maestros debemos hacer de nuestras prácticas pedagógicas una narrativa y análisis diario dialogado de los conocimientos y acontecimientos, sin desconocer el  pasado y la incidencia futura.

La pluralidad del saber, es una oportunidad de unidad para conocernos y comprendernos, problematizar, partiendo de la  indagación, el dialogo, la reflexión y la toma de decisiones para comprometernos en la  transformación del futuro, desde el presente de la práctica pedagógica y su historicidad.

Históricamente hemos visto que otras ciencias se han ocupado de lo que nos corresponde hacer, quedándonos el hecho de “agentes dominados”, sin sentido en nuestro quehacer pedagógico.

Hoy es el momento de hacer parte del proyecto que restablezca la dignidad de la pedagogía y del maestro, del compromiso, de replantearnos estratégicamente sobre las relaciones al interior de la institución, sujeto y discurso pedagógico.  
  

















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