FICHA
TEMATICA DE LECTURA
Por: Kathia Inés Hernández López
Textos:
Olga Lucía Zuluaga: Pedagogía e
historia (Primer aparte del texto que incluye hasta la página 43)
Piedad Ortega: “La pedagogía
Crítica”
Reconocer la
estructura temática del artículo
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Identificar las
principales categorías y exponer los argumentos que desarrolla las autoras.
Colocar citas textuales en relación con las categorías reconocidas.
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Construir postura
analítica en relación con el artículo en términos de preguntas, supuestos,
problematizaciones
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En el texto “La
pedagogía Crítica”, la autora Piedad Ortega, reconoce algunas teorías
y enfoques de la pedagogía crítica y la necesidad de implementarlas en las
escuelas de Colombia, ante la problemática pedagógica, refiriéndose a la
desprofesionalización del maestro y a la despedagogizacion en la escuela. Considera de suma importancia las teorías de
autores destacados como Paulo Freire, que mantienen posturas desde la
pedagogía crítica, como propuesta de
reflexión y esperanza de hacer posible la transformación y humanización como
intención, desafío en las prácticas pedagógicas desde su interdisciplinariedad.
“La pedagogía e historia” de la autora Olga Lucia
Zuluaga Garcés, intenta recuperar lo sustancial de la pedagogía y del maestro
sujeto, que históricamente ha sido hurtado del saber pedagógico en su
discurso y accionar, desde sus prácticas pedagógicas y la institucionalidad
de mecanismos de trasmisión y control. Propone, a los intelectuales de la educación
en el proyecto, ir más allá de ser solo “método” mediador.
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Las principales categorías a destacar en el texto “La
pedagogía critica” tienen argumentos que la autora fundamenta en teorías como
la de Paulo Freire, entre otros. Algunas de estos argumentos son: El
condicionamiento social de la práctica del saber, a partir de la intención
con que el sistema lo instituye, reproduce y lo controla, dejando sin
posibilidad la reflexión y la construcción del mismo sujeto maestro, actor
protagónico, en su intención humanizadora del saber ser y hacer en contexto e
historia colectiva a través de las
siguientes categorías:
Pedagogía
crítica:
Una aproximación a la pedagogía crítica en Colombia se hace fundamentalmente
desde el reconocimiento de la educación popular como una de las vías de
resignificación en nuestro país. En esa medida, la pedagogía crítica recoge
los planteamientos de Paulo Freire desde la década de los años ochenta en la
educación no formal; se configura así un enfoque que orienta los discursos, las
prácticas y los proyectos de nuestros contextos. (P. 27.p.2).
La pedagogía crítica comparte con la educación popular
una apuesta ética y política. Ética sustentada por fines de reconocimiento,
empoderamiento y democracia de sujetos que se reconocen desde sus diferencias
y desigualdades en condiciones de género, de clase, de etnia, de sexo y en
condiciones de subalternidad. En fin, una actuación intencionada de corte
educativo que construye lo colectivo como soporte de los procesos escolares y
sociales; una apuesta pedagógica en la orientación de procesos de
construcción del conocimiento y de socialización que incluye prácticas,
saberes, dinámicas socioculturales e interacciones para transformar la
sociedad desde ciudadanías incluyentes y resistencias culturales. (P.27p.3)
La pedagogía crítica es la presencia de Freire en su
poder simbólico, pedagógico, político
y ético que nos convoca a pensarnos en estos tiempos de la incertidumbre y el
desasosiego para poder resistir tanta desesperanza junta y construir un
“nosotros” desde actuaciones solidarias, receptivas y acogedoras.(P33.p39)
Pedagogía: La pedagogía para Freire
consiste, ante todo, en una reflexión acerca de la práctica y del contexto
desde unas opciones emancipadoras para favorecer la construcción de un sujeto
social protagónico que toma su especificidad de acuerdo con contextos muy
definidos y con historias de sus colectividades. (P. 27 p.2).
La práctica
pedagógica:
Para Gimeno Sacristán (1988) la práctica pedagógica es una acción orientada
con sentido donde el sujeto tiene un papel fundamental como agente en la
estructura social… (…) la práctica se entiende como la actividad dirigida a
fines conscientes, como la acción transformadora de una realidad; como
actividad social, históricamente condicionada, dirigida a la transformación
del mundo; como la razón que funda nuestros saberes, el criterio para
establecer su verdad; como la fuente de conocimientos verdaderos; el motivo
de los procesos de justificación del conocimiento (Sacristán, 1998, p. 33). (P29.
p13).
Pensar en la práctica pedagógica implica admitir que su
intención formativa no se circunscribe únicamente en los espacios de la
educación formal –escolar–; trasciende aquellos escenarios socioculturales en
donde se generan procesos de transformación tanto de los propios sujetos como
de sus realidades. (P.30.p.21).
El contexto: …el contexto de dichos
elementos es la vida cotidiana de la actuación pedagógica. (P.29 p.15).
El maestro: …el maestro se constituye en
constructor de reflexividad, dado que su propia práctica es un texto y un
pre-texto para problematizar y producir reflexiones de manera permanente.
(P.30 p.20).
…asumir al maestro como sujeto de reflexividad, ligado
a experiencias y a proyectos; sujeto portador de una historia que configura sus
dinámicas de relaciones. (P 31. p26).
La autora retrata nuestra realidad y propone desde el
enfoque y pensamiento de Paulo Freire, citando “Delante de la injusticia, la
impunidad y la barbarie, necesitamos de una pedagogía de la indignación”.
En el proyecto de investigar y analizar sobre la historia de las prácticas
pedagógicas y su historicidad, la pedagoga Olga Lucia Zuluaga Garcés,
propone en el texto “Pedagogía e historia”,
categoriza con argumentos sobre la necesidad de estudiar, criticar, analizar
e indagar las prácticas pedagógicas en nuestro país para construir un saber
pedagógico, educativo, al cual nos hace responsable, tomando fundamentos de
Michel Foucault entre otros autores y pedagogos. Algunas de esas categorías
son:
Maestro: El maestro es el designado
en la historia como soporte del saber pedagógico… al maestro se le provee de
un método para transformar el discurso del conocimiento en contenidos para la
enseñanza. (P 10. p.3). El maestro enfrenta sus conocimientos pedagógicos al
discurso de las "teorías" o de las "ciencias" y el
instrumento que utiliza para ellos es el método de enseñanza. (P. 10 p.4).Sujeto
del saber. (P. 13 p13).
Pedagogía: La Pedagogía no es sólo un
discurso acerca de la enseñanza, sino también una práctica cuyo campo de
aplicación es el discurso. (P.10 p.4)
Entiendo por Pedagogía la disciplina que conceptualiza,
aplica y experimenta los conocimientos referentes a la enseñanza de los
saberes específicos, en las diferentes culturas. (P.11 p.7) la Pedagogía
acoge el conocimiento para la formación del hombre en el contexto de la
cultura y para la transformación de la sociedad. Y en este sentido Pedagogía
comprende la educación al indicar que si el hombre se forma (educación) en la
escuela, esa formación tiene lugar a través de la enseñanza de los
conocimientos y de la relación maestro-alumno. (P.18 p.29).
Pedagogía como
saber: La
pedagogía como saber y el análisis de sus procesos de formación como
disciplina, para indicar que el saber no está referido solamente al pasado
sino también al presente; en este sentido cubre la cotidianidad de la
enseñanza, del maestro y de la escuela, en la actualidad.(P.12 p.11)
Pedagogía como
disciplina:
El análisis de la Pedagogía como disciplina designa el estudio histórico de
las modificaciones que han dado lugar a los procesos de epistemologización de
la Pedagogía.(P.12 p11)
Historicidad
de la pedagogía:
Entiendo por historicidad de la Pedagogía, el carácter positivo tanto de las
fuentes como de la discursividad acerca de la enseñanza. (P. 12 p.10).
Discursividad: Discursividad que registra
no sólo objetos de saber sino también nociones, conceptos y modelos que dan
cuenta de la búsqueda de sistematicidad de la Pedagogía. (P. 12 p.10).
Conocimientos: Los conocimientos, cuyo
modo de existencia cultural pasa por la práctica de la enseñanza, encuentran
en el maestro su primer depositario. Pero allí en la cotidianidad de la
escuela los conocimientos parecen a simple vista dotados de un inocente e
intrascendental destino, a tal punto que el maestro es pensado como el que
"transmite" los conocimientos a la manera de un intermediario
"neutro" que opera con su palabra "metódica" en los
procesos de enseñanza-aprendizaje.( P.14 p18).
Enseñanza: la Pedagogía ha pensado la
enseñanza como práctica de conocimientos en una sociedad determinada, y como
el concepto integrador entre conocimiento, sociedad y cultura, que la
Pedagogía ha producido, históricamente, en el devenir de sus procesos de
formación como disciplina.(P.18 p.29)
Practica
pedagógica:
La noción de práctica pedagógica es una noción estratégica en la metodología,
no es todavía una definición de práctica pedagógica, es lo que caracteriza el
objeto de análisis como un objeto histórico complejo, para abordar el
análisis de la Pedagogía, en la perspectiva de la historia de los saberes.(
P.18 p.30) Una práctica de saber se encuentra dispersa en los registros que
la han normatizado, en los que la han difundido, en los que la han enunciado
bajo modalidades justicatorias o explicativas, en los que le han dado
existencia operativa, en los que la han controlado, en los que la han
textualizado. (P.18 p32)
Investigación:
La
investigación acerca del proceso histórico de formación de la Pedagogía como
disciplina, es la base, quizás la más firme para abordar las exigencias y
perspectivas que le están planteando hoy, las teorías sobre el aprendizaje y
el conocimiento, y la historia de las ciencias. (P.19 p35).
Saber: El saber es el espacio más
amplio y abierto de un conocimiento, es un espacio donde se pueden localizar
discursos de muy diferentes niveles: desde los que apenas empiezan a tener
objetos de discurso y prácticas para diferenciarse de otros discursos y
especificarse, hasta aquellos que logran una sistematicidad que todavía no
obedece a criterios formales.(P.26 p59) el conjunto de discursos formado a
partir del sistema de positividad que actúa a través de la práctica
discursiva, y manifestado en la unidad de una formación discursiva es un
saber.(P.35 p.83)
Archivo
pedagógico:
El archivo, más allá de la masa de textos que contiene, se forma mediante
reglas que permiten ubicar en él, no un discurso general, sino grupos de
discurso diferentes y a la vez articulables. (P.29 p.65). El Archivo "es
el sistema general de la formación y de la transformación de los
enunciados"(P.35 p84) designa el
tema general de una descripción que interroga lo ya dicho al nivel de su
existencia: de la función enunciativa que se ejerce en él, de la formación
discursiva a que pertenece, del sistema general de archivo de que depende. La
arqueología describe los discursos como prácticas especificadas en el
elemento del archivo" (P35-36 p85)…Es "la ley de lo que puede ser
dicho". (P36 p86).
Discurso: "conjunto de enunciados
que dependen de un mismo sistema de formación"… Es decir, el discurso
"es un conjunto de enunciados en tanto que dependan de la misma
formación discursiva". (P 33 p77). La positividad define para un
discurso un espacio limitado de comunicación puesto que su sistema fija el
campo de acción de la práctica discursiva. (P 34 p81 )
Formación
discursiva:
Si el concepto de formación discursiva indica la unidad de una dispersión y
si las reglas de formación constituyen las herramientas para describirlas.
(P. 34 p80) Una formación discursiva se analiza como un saber cuando se
consideran los objetos, las formas de enunciación, los conceptos y las
elecciones teóricas, "tales como están Investidos en una ciencia, en una
receta técnica, en una institución, en un relato novelesco, en una práctica
jurídica o política, etcétera". (P35 p.83).
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Como maestra no hay un día en que, en el ir y venir, en
mi pensamiento deje de cuestionarme acerca de lo que hago, en medio de la
realidad que lo hago y su historicidad, a la vez que viene a mi memoria, mi historia, mi propio mundo, en
el cual están inmersos los momentos y las practicas presentes, las cuales
dialogo y surgen interrogantes en el silencio, que tienen que ver con la
problemática que queda sin respuesta con sentido, a partir de la función social
que hoy en día cumple desde la práctica pedagógica limitada y formateada…pero…
¿Es posible que la acción pedagógica en comunidades
desfavorables, con limitadas oportunidades, en las que se reproduce la
desigualdad, la falta de equidad, se convierte en diario vivir y quehacer
pedagógico transformar vidas y mundos?... Y es que no se puede negar,
que la lucha para lograrlo es
constante, como lo son las frustraciones y el regocijo en el reconocimiento
de la intención y accionar a favor de ello, por muchos maestros y maestras
con intención humanizadora, constructores de sujetos protagónicos, en
contexto e historia.
Reconocer que soy un sujeto reflexivo, se debe
evidenciar en mi práctica, en comprender al otro y los otros; a pesar de ser
un “agente” en un contexto, la reflexividad del discurso y mi práctica del
saber pedagógico al interactuar, se debe resistir a ser objeto acomodado,
limitado por la mínima técnica institucionalizada, despedagogizado; más bien
se intenciona en luchar, indagar y resistir con la esperanza que la actuación
en la escuela desde la pedagogía critica es interdisciplinaria, humana,
transforma otros campos e ideologías.
Sin embargo cabria interrogarme, e interrogarnos ¿En mi
mundo e historia condicionada, como sujeto reflexivo, hay esperanza de
humanizar y transformar realidades, desde la práctica pedagógica crítica? o ¿la indiferencia, la comodidad e
insensibilidad me impiden indignarme, resignificar, comprenderme y comprender,
sentir al otro?
¡La esperanza de
un futuro mejor, con nuestras prácticas pedagógicas presentes, reconociendo
las pasadas, es “un propósito de vida, desde la escuela en nuestro país”!.
Hoy es necesario, que la comunidad educativa, reconozca
la historicidad de la práctica pedagógica, las implicaciones en la formación
del sujeto y las distintas instituciones de la sociedad; pero somos los maestros en la
interrelación, como agentes de cambio social, transformadores y humanizantes,
quienes tenemos esa responsabilidad como intelectuales de la educación.
El maestro no puede seguir siendo un instrumento para
la consecución de un método y un fin específico de un sistema, lejos de
formar y humanizar; es quien tiene el saber, que puede transformar por medio
de su discurso y su acción en contexto e historicidad, en relación maestro (sujeto)-estudiante
(sujeto). Los maestros debemos hacer de nuestras prácticas pedagógicas una
narrativa y análisis diario dialogado de los conocimientos y acontecimientos,
sin desconocer el pasado y la
incidencia futura.
La pluralidad del saber, es una oportunidad de unidad
para conocernos y comprendernos, problematizar, partiendo de la indagación, el dialogo, la reflexión y la
toma de decisiones para comprometernos en la transformación del futuro, desde el presente
de la práctica pedagógica y su historicidad.
Históricamente hemos visto que otras ciencias se han
ocupado de lo que nos corresponde hacer, quedándonos el hecho de “agentes
dominados”, sin sentido en nuestro quehacer pedagógico.
Hoy es el momento de hacer parte del proyecto que
restablezca la dignidad de la pedagogía y del maestro, del compromiso, de
replantearnos estratégicamente sobre las relaciones al interior de la
institución, sujeto y discurso pedagógico.
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