sábado, 23 de abril de 2016

COMENTARIO CRÍTICO Texto: Cartas a quien pretende enseñar. Autor: Paulo Freire Por: Roberto Antonio Cabrera Cárdenas

COMENTARIO  CRÍTICO

Texto: Cartas a quien pretende enseñar.
Autor: Paulo Freire

Por: Roberto Antonio Cabrera Cárdenas


“Enseñar no es transferir conocimiento, sino
Crear las posibilidades para su producción o
Su construcción. Quien enseña aprende al
Enseñar y quien enseña aprende a aprender”
Paulo  Freire.

El presente texto de Paulo Freire “Cartas a quien pretende enseñar”, va dirigido a maestro(a) de escuelas, no con el propósito de instaurar una culpabilidad e irresponsabilidad entre ellos(as), sino más bien  como maestro(a), se perfile en defender la identidad y legitimidad de esta profesión,  en especial a todo aquel maestro(a), que cada día se encarga en llevarles conocimiento mediante la enseñanza desde la escuela a niños(as), y jóvenes entre otros.
Son tan importantes las anotaciones de Freire, por sus características y arraigo  para todo aquel que se considere y se apropie de la labor del ser maestro(a), invitando a reflexionar si en verdad la actitud del maestro(a) en su quehacer pedagogico es la ejecución correcta para la implementacion de una enseñanza adecuada y con propósitos en favor de los niños(as), y jóvenes.
Freire como “maestro” preocupado por la “enseñanza y el aprender “, critica a la escuela por su negación a la transformación de los modelos  imperativos del estado, donde  maestro(a) personifican el autoritarismo y la enseñanza confundida sobre la posición de la autoridad, mediante la manipulación por parte delas directivas en la relación existente con la pedagogía.
Vemos que Freire considera la educación como “practica de libertad”, donde el maestro(a) no debe ser un relegado de la globalización educativa, y de las políticas contemporáneas, antes por el contrario debe ser un individuo involucrado como protagonista en la transformación y mejoramiento de la calidad de la educación y por ende de los directos beneficiarios.
De igual manera Paulo Freire, en la búsqueda de la formación integral para  los educadores rescata el valor de su experiencia, su creatividad e inteligencia, como parte esencial en el proceso educativo “la unidad de la teoría y la práctica para la reflexión y perfeccionamiento pedagogico”, concebido como derecho y condición de ser un ejercicio profesional, en su afán de conseguir mejores beneficios económicos.  
En este texto, Paulo Freire destaca dos temas en común como es la (des)profesionalización y la (des)valoración, en espera del reflexionar acerca del amor como parte esencial para la calidad de cada educador(a) como en el estudiante, Freire toma la expresión de “tía” como apelativo sustituto de maestro(a), evocando un significado distinto al de aquellas personas que se dedican a la enseñanza, vinculándolo con alguien cercano a la familia, presentándose una confusión entre el maestro(a) y la relación de un familiar por parte de los(as) estudiantes.
El presente texto de: “cartas a quien pretende enseñar”, lo integran diez temas de trascendental importancia para cada maestro(a), y en las que el autor fortalece el trasegar desarrollado por los directos responsables de promover conocimiento a través de la enseñanza. A pesar  de ser cuestionado por parte de gobernantes e incluso a maestro(a) por su pedagogía crítica, Freire presenta sus escritos con las siguientes  cartas denominadas así:
Primera  carta “ Las Fundamentales diferencias entre Enseñar y Aprender”, segunda carta:” Las fuentes (y la aceptación) de la Inseguridad” tercera carta:” La Opción por el magisterio “, cuarta carta:” Las Cualidades del buen Educador”, quinto carta: “Primer día de Clases”, sexta carta:” La Relación entre  Educador y Educando”, séptima carta:” La Diferencia entre Hablar  al Educando y Hablar con él”, octava carta:” Los Vínculos entre Identidad Cultural y Educación”, novena carta:” Contexto Concreto-Contexto Teórico”, y decima carta: “Una vez más, la Cuestión de la Disciplina”.
Tomando como referencia la  quinta carta: “Primer día de Clase”, Paulo Freire, manifiesta que tanto el maestro(a) experimentado y No experimentado, se le presentan una serie de problemas los cuales debe dar respuestas. En este primer día de clase, la inseguridad, la timidez serán notorias, pero ese miedo hay que asumirlo para superarlo, y la relación entre la causa y la capacidad que se tenga para reconocerlo y enfrentarlo estará reflejado en la humildad que en cada ser humano aflora, convirtiéndose en fortaleza, sin reprimir sentimientos en el respeto mutuo con los educandos.
En situación de maestro(a) inexpertos en comunidades deprimidas la comunicación con los educandos (escritura, gesto, palabras, valores), entran en fricción con la identidad y realidad del educando, para lo cual Freire recomienda compartir las  experiencias con ellos a través de fichas en que los estudiantes anoten las observaciones dadas en el maestro(a), al igual la maestra anotara de ellos sus expresiones que le llamen su atención, para tomar un espacio programado para reflexionar y así evaluar estas observaciones previamente anotadas, en medio del dialogo y reconocimiento de unos con otros, en donde se construyan sueños y esperanzas, de lo que hasta el momento se le ha negado en una práctica educativa rígida, sin libertad ni participación en las decisiones sobre lo que se quiere o como se quiere, leyendo y comprendiendo sus realidades.
En la sexta carta:” De la relación entre la Educadora y los Educando”, Freire considera que esta relación se hace indispensable basada en el respeto, la confianza y la libertad, en la interacción que surge entre maestro(a) y educando en el proceso de conocer, a partir de enseñar, la  enseñanza, el aprender, el aprendizaje, la autoridad y la libertad.
El discurso que el maestro(a), utiliza ante el estudiante debe ser coherente y continuo, tanto en la teoría como en la práctica, siendo la práctica la de mayor significación y la disposición a transformar la rigidez por participación en ambientes democráticos de respeto mutuo, en que se construya la autoridad en medio de las diferencias y las bases presentes para un futuro soñado.
El maestro(a) es ejemplo de superación y fuente de un conocimiento que se construye  a partir del dialogo y la reflexión de la interacción  entre seres humanos.
Para la séptima carta:” De Hablarle al Educando a Hablarle a él y con él, de oír al Educando a ser oído por él”, se refiere a una relación compartida entre el maestro(a) y un político, refiriéndose al político como un agente autoritario y democrático, lo cual no debe suceder en un maestro(a) si se polariza; es decir que no tome una posición extrema, que lo lleve a cometer una serie de errores mostrados en su arrogancia, la improvisación, el despotismo, la falta de vocación, la falta de motivación, la permisividad,  la indiferencia, elementos negativos para el maestro(a).
Es de suma importancia el tono de voz con la que el educador(a), se dirija al educando; el tono de voz se puede leer distinto, al contenido de las palabras expresadas. La seguridad y el convencimiento que manifiesta  el educador(a) en su discurso, en la lucha por la libertad,  hará placentera la experiencia de hablarle a los educandos y hablar con los educandos, a la vez que se le enseña a escucharla y escucharse, convirtiéndose esta en una actividad política pedagógica de discusión en la escuela, disminuyendo la distancia y posición entre educador(a) y educando, con argumentos fundamentados en la realidad, haciendo el uso adecuado de los avances tecnológicos que a su vez contribuyen en la formación  de ciudadanos y ciudadanas responsables y críticos.
De ahí la relevancia para cada maestro(a) en escudriñar y apropiarse de las pensamientos e ideas fundamentales, expresadas por Paulo Freire en su texto: “Cartas a quien  pretende enseñar”, en relación a que el maestro(a) está expuesto a vivir episodios como los anotados y aplicarlos en su función social mediante la transformación, superación y reflexión responsable de cada ser humano involucrado en la interacción con el educando.
La forma como se expresa el maestro(a) desde sus gestos, actitudes pueden ser leídas por el estudiante para formar y edificar la vida, o lo contrario. Es aquí donde el maestro(a), esté direccionado a su preparación constante, para así enriquecer su práctica pedagógica en dialogo con los estudiantes, y contribuir  de manera  reflexiva  en la formación de ciudadanos(as)  autónomos y críticos, responsables de su entorno en la interacción en el.
El maestro(a) debe mostrarse  como ese ser humano que  siente y comprende la realidad que vive el educando, promoviendo en el su curiosidad, que a su vez, le contribuirá a mejorar sus posibilidades en producir conocimiento, reconociendo la labor de acompañamiento, ejercida por el maestro(a).




       







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