COMENTARIO CRÍTICO
Texto:
Cartas a quien pretende enseñar.
Autor:
Paulo Freire
Por:
Roberto Antonio Cabrera Cárdenas
“Enseñar
no es transferir conocimiento, sino
Crear
las posibilidades para su producción o
Su
construcción. Quien enseña aprende al
Enseñar
y quien enseña aprende a aprender”
Paulo Freire.
El
presente texto de Paulo Freire “Cartas a quien pretende enseñar”, va dirigido a
maestro(a) de escuelas, no con el propósito de instaurar una culpabilidad e
irresponsabilidad entre ellos(as), sino más bien como maestro(a), se perfile en defender la
identidad y legitimidad de esta profesión, en especial a todo aquel maestro(a), que cada día
se encarga en llevarles conocimiento mediante la enseñanza desde la escuela a
niños(as), y jóvenes entre otros.
Son
tan importantes las anotaciones de Freire, por sus características y arraigo para todo aquel que se considere y se apropie
de la labor del ser maestro(a), invitando a reflexionar si en verdad la actitud
del maestro(a) en su quehacer pedagogico es la ejecución correcta para la
implementacion de una enseñanza adecuada y con propósitos en favor de los
niños(as), y jóvenes.
Freire
como “maestro” preocupado por la “enseñanza y el aprender “, critica a la
escuela por su negación a la transformación de los modelos imperativos del estado, donde maestro(a) personifican el autoritarismo y la
enseñanza confundida sobre la posición de la autoridad, mediante la
manipulación por parte delas directivas en la relación existente con la
pedagogía.
Vemos
que Freire considera la educación como “practica de libertad”, donde el
maestro(a) no debe ser un relegado de la globalización educativa, y de las
políticas contemporáneas, antes por el contrario debe ser un individuo
involucrado como protagonista en la transformación y mejoramiento de la calidad
de la educación y por ende de los directos beneficiarios.
De
igual manera Paulo Freire, en la búsqueda de la formación integral para los educadores rescata el valor de su
experiencia, su creatividad e inteligencia, como parte esencial en el proceso
educativo “la unidad de la teoría y la práctica para la reflexión y
perfeccionamiento pedagogico”, concebido como derecho y condición de ser un
ejercicio profesional, en su afán de conseguir mejores beneficios económicos.
En este
texto, Paulo Freire destaca dos temas en común como es la
(des)profesionalización y la (des)valoración, en espera del reflexionar acerca
del amor como parte esencial para la calidad de cada educador(a) como en el
estudiante, Freire toma la expresión de “tía” como apelativo sustituto de
maestro(a), evocando un significado distinto al de aquellas personas que se
dedican a la enseñanza, vinculándolo con alguien cercano a la familia,
presentándose una confusión entre el maestro(a) y la relación de un familiar
por parte de los(as) estudiantes.
El
presente texto de: “cartas a quien pretende enseñar”, lo integran diez temas de
trascendental importancia para cada maestro(a), y en las que el autor fortalece
el trasegar desarrollado por los directos responsables de promover conocimiento
a través de la enseñanza. A pesar de ser
cuestionado por parte de gobernantes e incluso a maestro(a) por su pedagogía crítica,
Freire presenta sus escritos con las siguientes
cartas denominadas así:
Primera
carta “ Las Fundamentales diferencias
entre Enseñar y Aprender”, segunda carta:” Las fuentes (y la aceptación) de la
Inseguridad” tercera carta:” La Opción por el magisterio “, cuarta carta:” Las
Cualidades del buen Educador”, quinto carta: “Primer día de Clases”, sexta carta:”
La Relación entre Educador y Educando”,
séptima carta:” La Diferencia entre Hablar
al Educando y Hablar con él”, octava carta:” Los Vínculos entre
Identidad Cultural y Educación”, novena carta:” Contexto Concreto-Contexto
Teórico”, y decima carta: “Una vez más, la Cuestión de la Disciplina”.
Tomando
como referencia la quinta carta: “Primer
día de Clase”, Paulo Freire, manifiesta que tanto el maestro(a) experimentado y
No experimentado, se le presentan una serie de problemas los cuales debe dar
respuestas. En este primer día de clase, la inseguridad, la timidez serán
notorias, pero ese miedo hay que asumirlo para superarlo, y la relación entre
la causa y la capacidad que se tenga para reconocerlo y enfrentarlo estará
reflejado en la humildad que en cada ser humano aflora, convirtiéndose en
fortaleza, sin reprimir sentimientos en el respeto mutuo con los educandos.
En
situación de maestro(a) inexpertos en comunidades deprimidas la comunicación
con los educandos (escritura, gesto, palabras, valores), entran en fricción con
la identidad y realidad del educando, para lo cual Freire recomienda compartir
las experiencias con ellos a través de
fichas en que los estudiantes anoten las observaciones dadas en el maestro(a),
al igual la maestra anotara de ellos sus expresiones que le llamen su atención,
para tomar un espacio programado para reflexionar y así evaluar estas
observaciones previamente anotadas, en medio del dialogo y reconocimiento de
unos con otros, en donde se construyan sueños y esperanzas, de lo que hasta el
momento se le ha negado en una práctica educativa rígida, sin libertad ni
participación en las decisiones sobre lo que se quiere o como se quiere,
leyendo y comprendiendo sus realidades.
En
la sexta carta:” De la relación entre la Educadora y los Educando”, Freire
considera que esta relación se hace indispensable basada en el respeto, la
confianza y la libertad, en la interacción que surge entre maestro(a) y
educando en el proceso de conocer, a partir de enseñar, la enseñanza, el aprender, el aprendizaje, la
autoridad y la libertad.
El
discurso que el maestro(a), utiliza ante el estudiante debe ser coherente y
continuo, tanto en la teoría como en la práctica, siendo la práctica la de
mayor significación y la disposición a transformar la rigidez por participación
en ambientes democráticos de respeto mutuo, en que se construya la autoridad en
medio de las diferencias y las bases presentes para un futuro soñado.
El
maestro(a) es ejemplo de superación y fuente de un conocimiento que se construye a partir del dialogo y la reflexión de la
interacción entre seres humanos.
Para
la séptima carta:” De Hablarle al Educando a Hablarle a él y con él, de oír al
Educando a ser oído por él”, se refiere a una relación compartida entre el
maestro(a) y un político, refiriéndose al político como un agente autoritario y
democrático, lo cual no debe suceder en un maestro(a) si se polariza; es decir
que no tome una posición extrema, que lo lleve a cometer una serie de errores
mostrados en su arrogancia, la improvisación, el despotismo, la falta de
vocación, la falta de motivación, la permisividad, la indiferencia, elementos negativos para el
maestro(a).
Es
de suma importancia el tono de voz con la que el educador(a), se dirija al educando;
el tono de voz se puede leer distinto, al contenido de las palabras expresadas.
La seguridad y el convencimiento que manifiesta
el educador(a) en su discurso, en la lucha por la libertad, hará placentera la experiencia de hablarle a
los educandos y hablar con los educandos, a la vez que se le enseña a
escucharla y escucharse, convirtiéndose esta en una actividad política pedagógica
de discusión en la escuela, disminuyendo la distancia y posición entre
educador(a) y educando, con argumentos fundamentados en la realidad, haciendo
el uso adecuado de los avances tecnológicos que a su vez contribuyen en la
formación de ciudadanos y ciudadanas
responsables y críticos.
De
ahí la relevancia para cada maestro(a) en escudriñar y apropiarse de las
pensamientos e ideas fundamentales, expresadas por Paulo Freire en su texto:
“Cartas a quien pretende enseñar”, en
relación a que el maestro(a) está expuesto a vivir episodios como los anotados
y aplicarlos en su función social mediante la transformación, superación y reflexión
responsable de cada ser humano involucrado en la interacción con el educando.
La
forma como se expresa el maestro(a) desde sus gestos, actitudes pueden ser
leídas por el estudiante para formar y edificar la vida, o lo contrario. Es
aquí donde el maestro(a), esté direccionado a su preparación constante, para
así enriquecer su práctica pedagógica en dialogo con los estudiantes, y
contribuir de manera reflexiva en la formación de ciudadanos(as) autónomos y críticos, responsables de su
entorno en la interacción en el.
El
maestro(a) debe mostrarse como ese ser
humano que siente y comprende la
realidad que vive el educando, promoviendo en el su curiosidad, que a su vez,
le contribuirá a mejorar sus posibilidades en producir conocimiento,
reconociendo la labor de acompañamiento, ejercida por el maestro(a).
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